Trompe l'oeil de falsa vitrina
170x140 cm.
Mural realizado con la técnica al óleo
Trampantojo de biblioteca - estanterías
240x220 cm.
Mural realizado con la técnica al óleo
Murales realizados en vivienda modernista en el Maresme
Los gabinetes de curiosidades y los trampantojos o trompe-l'œil son dos formas de arte que muestran objetos sorprendentes y crean ilusiones de realidad. Los gabinetes de curiosidades eran colecciones de objetos variados que se exhibían en el Renacimiento y el Barroco. Los trampantojos se pueden considerar como una forma de gabinete de curiosidades, ya que también crean una ilusión de realidad y una sensación de asombro en el espectador. Además, los trampantojos podían incluir objetos que procedían de los gabinetes de curiosidades, como conchas, insectos, flores o frutas exóticas. De esta manera, los trampantojos se convirtieron en una forma de arte que reflejaba el interés por el conocimiento, la naturaleza y la belleza que caracterizó a los gabinetes de curiosidades .
María Colucheli se inspira en la obra de Domenico Remps (1620-1699). Al igual que Remps, María pinta una vitrina de colecciones , llena de recuerdos y libros, Cada objeto cuenta su propia historia, y su disposición evoca un sentido profundo de historia y nostalgia.Los retratos antiguos imaginados y melancólicos son un homenaje a una era pasada, pero con elementos contemporáneos que hacen que cada obra sea única y reconocible como suya. El coleccionismo es una parte integral de sus murales, donde cada objeto seleccionado refleja no solo su valor estético sino también su significado histórico y simbólico. El simbolismo en sus obras va más allá de la simple estética, creando una narrativa visual que cuenta la historia de épocas pasadas y presentes. En resumen, tanto Remps como Colucheli han demostrado cómo los objetos y las colecciones pueden contar historias y evocar emociones, engañando a la vista con trampantojos y guiando al pensamiento a través de objetos y recuerdos. Cada objeto y colección es un testimonio de la historia y la cultura, y un recordatorio de la belleza inherente en el mundo que nos rodea. Nos encontramos ante una frontera de lo decorativo y lo evocador.