El cielo es un elemento que puede tener múltiples significados y funciones en la pintura. Si comparamos el cielo de de Maria Colucceli (2023) y el cielo de Andrea Mantegna (Cámara de los esposos - Óculo, 1471-1494) son dos visiones distintas del mundo y del arte. El cielo de Colucceli es un cielo naturalista con alguna referencia mística a la luz, que busca la armonía y la paz con el salón privado de una casa modernista del Maresme. El cielo de Mantegna es un cielo idealista, que busca la grandeza y el prestigio con la historia. El cielo de Colucceli es un cielo que se mira desde abajo, con una actitud de asombro y curiosidad. El cielo de Mantegna tiene una clara intención simbólica, ya que representa el poder y la gloria de los Gonzaga, que se asocian con lo divino y lo heroico. El cielo de Mantegna está poblado de ángeles, querubines, dioses y héroes, que miran desde arriba a los espectadores y les hacen sentir admiración y respeto. El punto en común es la ilusión de las pinturas murales y por supuesto la elevación.

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El cielo de Colucceli es un cielo que se mira desde abajo, con una actitud de asombro y curiosidad. Es un cielo naturalista con alguna referencia mística a la luz, que busca la armonía y la paz con el salón privado de una casa modernista del Maresme

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